lunes, 10 de julio de 2017

El náufrago de Eduardo Cuadrado



Creo que el escultor Eduardo Cuadrado nombra esta escultura como náufrago. El hombre que camina con la cerviz gacha, encadenado onerosamente a sus máscaras, arrastrándolas y arrastrándose a duras penas, puede muy bien ser una metáfora del hombre sobre la tierra. Y más en concreto del tiempo actual en que todos nos vinculamos a un sinnúmero de objetos, relaciones y actividades que ocupan nuestro tiempo. Sin darnos cuenta, acaso, de hasta qué punto ocupar el tiempo con lo ajeno es ser invadidos en nuestro espacio íntimo del pensamiento y de las emociones. Porque el náufrago urbano de hoy día no es el mero hombre receptivo, abierto a todo tipo de ideas y situaciones que van a enriquecer su manera de ser, sino aquel que no las sabe catalizar y su vivir es simple deriva. Aunque mirado de otro modo, ¿no somos todos o bien seres al pairo o a la deriva o eso mismo, náufragos? 

Es curioso que las máscaras tengan un detalle evidente -ríen, lloran o son póker- y sin embargo el rostro del náufrago permanezca opaco, invisible, inexistente. El contraste entre rostro y máscaras me parece un logro.  Una manera de enfocar al individuo cotidiano presto a ponerse la cara adecuada a cada circunstancia, mal que le pese. Pero cuyo rostro auténtico a veces no se le conoce. En fin, una lectura del paseante como cualquier otra.

Realizada en bronce, la escultura de Cuadrado, que tiene unas cuantas más por plazas y lugares de la ciudad, se encuentra ubicada en el pequeño jardín de entrada a las instalaciones de REVAL, de la Diputación Provincial, en la calle Ramón y Cajal. Lástima que la visibilidad del náufrago solo sea posible a quienes acceden al recinto. Si bien el jardincillo se anima con esta figuración es una pena que no esté en un espacio de mayor paso de transeúntes. Las reflexiones serían más compartidas. Aunque siempre se podría buscar una nueva ubicación más visible. ¿O es porque este tipo pesimista que acarrea sus ataduras no sería un buen mensaje para el mundo feliz y confiado de nuestras calles?